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Diego Urdiales
CLASE PRÁCTICA EN LA RIBERA
Mañana sábado a partir de las 12 de la mañana en la Plaza de toros "La Ribera" de Logroño , Diego Urdiales dará una clase práctica de toreo de Salón. La iniciativa que organiza la Peña el Quite está dirigida a los más pequeños aunque seguro que también hará las delicias de mayores. Diego explicará las principales suertes del toreo y su ejecución sobre la arena del coso logroñés y aleccionará a todo el que lo desee en el manejo de capote y muleta así como en la técnica del volapié.
Será una jornada inolvidable en la que todos podremos disfrutar en persona de uno de los máximos triunfadores de la Semana Grande de Bilbao 2012.
PABLO GARCÍA-MANCHA entrevista para el diario LA RIOJA a DIEGO URDIALES "QUIERO TOREAR DESPACIO Y REUNIDO, NO ENTIENDO NI LA VELOCIDAD NI LAS VENTAJAS"
«No quise la música porque quería torear en silencio; sentí aquellos olés tan profundos que no quería que nada interrumpiera el toreo»
Diego Urdiales está físicamente reventado, tiene varias costillas fisuradas y heridas y golpes por toda su anatomía. Sin embargo, se siente profundamente orgulloso de lo que hizo el pasado domingo en Bilbao: «El cuerpo me duele, pero interiormente estoy muy feliz y muy satisfecho de la dimensión que ofrecí, por ser capaz de sobreponerse a la dureza de la tarde y por torear tan despacio; hubo algún natural en el que me abandoné. Eso para mí fue lo máximo».
–Las imágenes de las volteretas son espeluznantes, sobre todo en la del segundo toro con los pitones golpeando en las mejillas. ¿Las ha querido ver?
–No. Tengo los recuerdos muy vivos de lo que sentí en la plaza y quizás lo haga en invierno.
–Le ha sorprendido cómo han reaccionado los medios y los aficionados. Se han leído cosas muy fuertes.
–Es tremendo todo lo que se ha dicho y escrito; la unanimidad es absoluta. No sé si me ha sorprendido porque el año pasado se leyeron cosas también tremendas, pero estoy contento de que trascienda el mensaje que quiero lanzar desde el ruedo. Yo como torero soy como soy, quiero torear despacio y reunido con el toro, no entiendo ni la velocidad ni las ventajas. Tampoco sé disimular nada, aunque a veces me digan que «venda más las cosas». Pero no me sale porque no lo siento. Mi concepto del toreo es la lentitud, la armonía, la búsqueda de lo que yo considero como bello y profundo. Lo demás, sinceramente no me interesa.
–¿Llegaba muy presionado a Bilbao tras no haber logrado lo que esperaba en un año en el que ha pasado por las primeras ferias de la temporada?
–Claro, pero tampoco salí al ruedo atenazado en ninguna de las dos corridas de Bilbao. Interiormente sabía lo que había pasado y que las cosas no se habían dado como esperaba. Eso sí, nunca lo he achacado a la mala suerte, son las circunstancias. Lo que ha sido muy duro es no haber toreado nada casi desde Madrid hasta llegar a Bilbao, tan sólo Dax y Alfaro. Pero es un poco la historia de mi vida como torero. Tampoco me arrepiento de nada en ese sentido. Me he marcado un camino y voy a ser fiel hasta el último momento.
–¿Por qué existe esa comunicación tan especial con Bilbao?
–Es una plaza en la que se respeta al torero al máximo; el toro es muy serio pero el público sabe esperar. Y eso es vital. Desde que debuté siempre me han pasado cosas grandes y llevo tres años seguidos toreando dos tardes en su feria. En Bilbao me siento admirado y eso es precioso.
–¿Pensaba que la corrida de Victorino iba a ser tan dura?
–Es parte de nuestra profesión y el toro de Victorino es muy exigente. Fue dura y ninguno de mis toros fue extraordinario. Pero los tres me dieron algunas opciones y fui capaz de entenderlos. Yo no busco que el toro sea de máxima nota, creo que entre ese astado ideal y el que no te ofrece opciones existe un gran número de toros que permiten hacer el toreo.
–Hubo un momento en la faena del sexto en el que el presidente mandó que comenzara la música y usted dijo que no.
–No quise la música porque quería torear en silencio; sentía aquellos olés tan roncos de la gente que prefería seguir así. Era tan emocionante lo que estaba viviendo que el silencio y los olés de los aficionados me estaban dando alas. Ha sido uno de los momentos más intensos que he sentido como torero en toda mi carrera.
–¿Es usted un torero de arte o de valor?
–Para torear bien hay que tener valor, para torear despacio hay que sentirse artista. Para mí lo uno va unido con lo otro. Las etiquetas son terribles y he huido de ellas siempre. De novillero en una finca de Salamanca y tras un tentadero unos aficionados discutían sobre mi toreo y no se ponían de acuerdo si era artista o valiente. Ellos veían ambas cosas e interiormente eso me hizo pensar mucho.
–Dicen que se pasa los toros tan cerca como José Tomás y que torea con el temple de Morante.
–Es bueno que digan esas cosas. Pero yo creo que toreo como Diego Urdiales. Mi búsqueda es tener un lenguaje propio con el capote y la muleta. Y para sentir el toreo no puedes imitar a nadie. Te fijas en las cosas buenas y las interiorizas para hacerlas tuyas.
–Hay quien piensa que es usted un tipo complicado...
–Para nada, me considero una persona normal y sencilla; lo que sucede es que en demasiadas ocasiones se habla sin conocimiento de causa y sin saber cómo son en realidad las cosas. Busco mi camino, sé que es el más difícil dentro de la profesión, pero eso es absolutamente irrenunciable. Tengo muy claro lo que quiero y lo que no quiero.
–Hay una corriente en la sociedad en la que se piensa que los toros tienen un determinado color político. ¿Qué piensa?
–Es tremendo. Yo soy torero, amo mi profesión, la respeto cada día y me duelen todas esas simplificaciones. Es un arte universal que no entiende de etiquetas ni de colores. Conozco aficionados de todas las tendencias y una gran mayoría que no se identifica con ningún partido de los que gobierna.
–¿Por qué cree que la gente joven no siente apego a las corridas?
–Hay muchas circunstancias, entre ellas lo caras que son las entradas. Esta cuestión pide una reflexión por parte de todos los sectores de la fiesta.
–En Bilbao financió el 50% de las entradas a los jóvenes. ¿Cómo surgió esa iniciativa?
–Lo hablamos con la Junta Administrativa y pusimos la idea en marcha.
–¿Lo hará en Logroño?
–No lo sé, pero estaría encantado.
–Vuelven los toros a TVE. ¿Cómo lo ve?
–Muy bien, creo que era muy injusto el apagón de la tele pública porque hay muchos aficionados que no se pueden suscribir a un canal de pago.
–¿Se le pasa por la cabeza encerrarse con seis victorinos en Bilbao?
–No lo descarto y sé que algún día puede llegar.
«Es tremendo todo lo que se ha dicho y escrito; la unanimidad es absoluta y estoy muy orgulloso»
«No descarto torear seis victorinos en solitario en Bilbao; es más, sé que algún día puede llegar»
Pablo García-Mancha. Logroño
QUÉ GRANDEZA SER TORERO Y LLAMARSE DIEGO URDIALES
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Hay tardes en la que es complicado contar lo que sucede sobre la arena de un ruedo, hay días en los que la espada, los toros, el viento o las circunstancias hacen que los contratiempos parezcan excusas y que todos los elementos se ponen en contra de un torero, pero son ésas y no otras las tardes y los días en los que hay que contar con pelos y señales lo que ha sucedido, porque ésas tardes y ésos días son en los que Diego Urdiales ha ido cimentando su vida como persona y como torero, tardes en las que, lejos de estar mal, dejó patente la senda que se debe seguir para ser una verdadera figura del toreo, una senda que resulta tener demasiados recovecos, demasiados abismos, demasiados desiertos, demasiadas incertidumbres y demasiadas piedras, aunque a veces éstas resulten ser mágicas, pero una senda, que finalmente y siendo fiel a su concepto cabal, termina por llegar a la grandeza de ver como un torero de nombre Diego Urdiales se consagra en una tarde completa en la que a cada paso rondaba la muerte y en cada pase resucitaba la verdad silenciosa del toreo.
Hay tardes en las que resulta complicado contar lo que sucede y tardes como la de ayer en la que los adjetivos fluyen apenas sin pensarlos, porque llevan tiempo madurando como los buenos vinos hasta quedar plasmados en crónicas increíbles que quedarán impresas para siempre en las hemerotecas y en la memoria de aquel 26 de agosto de 2012, el día en el que Diego Urdiales se convirtió en Diego Urdiales.
RESUMEN DE PRENSA (Así lo han contado)
-Pablo García Mancha (La Rioja) DIEGO URDIALES SE CONSAGRA EN BILBAO
El eco, la trascendencia, la respuesta al toreo verdadero es algo que le cuesta a Bilbao, tan aplaudidor otras veces al banal molinete de filigrana, al chicotazo o al pingüi. La faena de Urdiales encontrará ese eco con el paso del tiempo, con el poso, una vez masticada y analizada. Ese menudo riojano que gustó de pasarse cerca al que dejó Castaño, al más serio de los Victorinos. Que lo chocó, lo dominó y lo enceló con los flequillos de su seductora muleta para ponerlo en ritmo lento y torear abandonado en naturales eternos. Era el toreo eterno en una tarde de toros para los hooligans del toro. Una estocada corta en las agujas y una oreja que saben a dos. O nada, porque lo mismo da el sabor de un trozo de carne con pelos cuando se ha hecho, sentido y paladeado el toreo. ...(SEGUIR LEYENDO)
-Patricia Navarro (La Razón) TARDE SÓLO APTA PARA VALIENTES
Lo mejor estaba por llegar. Quién lo diría. Diego Urdiales se inventó toro y oreja. El Victorino que cerró plaza iba y venía sin humillar. La cara alta, la entrega justa y la incertidumbre integrada en el muletazo. Tragó una barbaridad. Se puso a torear por la izquierda con la misma pureza que si tuviera en frente a un toro de bandera. Y no era el caso. Fue creando ante el expectante público un trasteo de una dimensión apabullante. Convencidos todos. Rendidos de nuevo a Diego Urdiales. Se perfiló a matar. Hizo la suerte quizá en dos tiempos y el premio fue sólido y definitorio. No había sido una tarde más. Era sólo apta para valientes y toreros buenos. ...(SEGUIR LEYENDO)
-Jon Mújika (Deia) UN ROBLE ENTRE LAS MALAS HIERBAS
Abiertas las puertas del infierno, Diego Urdiales se empeñó en tocar el cielo con sus manos. Lo logró durante toda la tarde, en una actuación redonda y soberana con la que se sobrepuso a la noche negra de los vitorinos, alumbrándola con los faroles de su capa, su muleta y un par muy buen puesto allá donde debe. Toreó toda la tarde Diego como si él fuese el elegido, el hombre encargado de andar sobre las turbulentas aguas de los vitorinos, que llegaron hasta Vista Alegre cargados de maldad, como si fuesen una jauría de perros rabiosos o los cuatro hijos de Satán. Y vaya si anduvo. O más se mantuvo firme de pulso, con un corazón de león que le boxeaba en el pecho a cada dentellada de sus dos toros -ambos hicieron presa en él, el cuarto de la tarde llegando incluso a golpearle con el pitón en el rostro antes de que le arrancase una tanda de naturales tan agónicos y vibrantes que provocaron, incluso, una suave nevada de pañuelos...-, no para que se acuartelase en sus trincheras sino pidiéndole más, siempre un paso más. Visto así puede decirse que Diego Urdiales toreó por co...razones. Él era un roble entre las malas hierbas, un faro en medio de la tempestad cuando la corrida se antojaba una visita trepidante a la casa de los horrores. ...(SEGUIR LEYENDO)
-Álvaro Suso (El País) UN BUEN FINAL
Urdiales tuvo que matar tres victorinos. Complicados, de los de jugarse la vida de verdad. De los de llegar a la habitación rendido, reventado por el esfuerzo. En el primero pudo respirar algo más, porque el animal tuvo momentos de entrega, pero el de Arnedo dio dos tandas de naturales en el sexto en las que se jugó la vida en cada muletazo. Un natural de aquellos vale por treinta de los de otros días, de esos que estilan las figuras. Ayer nadie se puso bonito, ayer se jugaron la vida en faenas de importancia. Un año más Urdiales toca pelo en Bilbao y fue despedido aclamado por sus tres faenas en las que se arrimó con valor y supo recetar derechazos templados como hizo en el cuarto. ...(SEGUIR LEYENDO)
-C.R.V. (Mundotoro.com) EL ARCO IRIS
Tremendo el toreo, impecable, que dio una vuelta al ruedo cuando ya debía llevar dos orejas en su contabilidad. Pero la logró del sexto, el toro de mayor volumen y cuajo, de embestida corta, no más allá del embroque, y sin humillar. Paciente de nuevo, con una colocación exacta y a la medida del toro leyendo la altura para ponérsela perfecta en los cites. Cada arrancada fue aprovechada para componer, abrir, prolongar, a más siempre, a veces con la zurda sin tocar, nada más vuelos y brazo suelto. Al natural, superior, en toda la tarde, grande. ...(SEGUIR LEYENDO)
-Zabala de la Serna (El Mundo) DE FIERAS CORRUPIAS, HOMBRES Y TOROS
Urdiales cruzó la delgada línea roja con un cuarto victorino se que se hacía el dormido en el caballo y en las suertes. Sabor añejo de Diego el de Arnedo en la parada genuflexa en lances poderosos de lidia antigua. Conscientemente Diego Urdiales se jugó la vida a puro huevo. Hasta que, ofrecida la izquierda, cobró el tributo que el toreo tantas veces exige: un volteretón, los pitones zigzagueando su cabeza contra el ruedo, inmóvil el torero, sin rodar, sin posibilidad de escape, minutos eternos. Enterró la espada, la pañolada no cuajó como debía y la vuelta al ruedo supo a gloria conquistada.
Urdiales volvió a ofrecer una dimensión cabal con el sexto que mataba por Castaño. Un tío toro y un tío el torero. Halló las teclas precisas para que los viajes manejables y matizables encontraran la muleta puesta y presente siempre, pues su embestida tendía a nunca terminar de humillar. Toreo del que no pasa de moda ni atiende a las modas. La zurda elevó la temperatura con el corazón templado. Superiores los naturales, el encaje, la colocación, la espera. Por fin caía el trofeo perseguido en una Semana Grande que incorpora su nombre al palmarés de los escritos en letras de oro.
-Javier Villán (El Mundo) LA ESTRATEGIA DEL CAZADOR
El corazón seco y salvaje de Urdiales se impuso a la fiereza de los victorinos, que estuvieron a punto de partirle la madre. Hace pocos años, Diego vagaba por esta galería de periodistas. Quizá soñaba con tardes como ésta, con infiernos de gloria como el de la oreja del sexto. Esas tandas de naturales añejos y de aromada solera tardarán en verse en las plazas de Iberia. No creo que esto lo aprendiera de los periodistas, porque de los periodistas nada bueno se puede aprender. Pero es cierta una cosa: cada peripecia de Diego se siente en estos palcos como algo propio; no te fies, Diego, pero es verdad.
http://www.diegourdiales.com/index.php/es/itemlist/user/43-diegourdiales?start=310#sigProGalleriaf9197a2efc
DIEGO URDIALES CON LOS JÓVENES EN BILBAO
Diego Urdiales en colaboración con la Junta Administrativa de la Plaza de toros de Bilbao y uniéndose a la iniciativa de Julián López "El Juli" seguida ayer mismo por Miguel Ángel Perera, pone a disposición de los jóvenes menores de 30 años un lote de entradas con el 50% de descuento sobre su importe, para la corrida que esta tarde se celebrará en el coso de Vista Alegre.
El precio total de la entrada es de 29€, por lo que cada entrada queda en 14,50€. Se pueden adquirir un total de dos por persona, y todo aquel que acceda a la zona reservada tendrá que presentar obligatoriamente su documento deidentidad.
Así mismo antes del comienzo del festejo y en los aledaños de la plaza de toros se repartirán1000 pañuelos blancos con el nombre y el logotipo de las iniciales del torero bordadas en azul bilbao.
LOS VICTORINOS YA ESPERAN EN BILBAO
Será la vigésimoquinta vez que Diego Urdiales se enfrente a los toros de Victorino Martín en su carrera como torero y la quinta consecutiva en la que la afición de Bilbao vuelva a ver al torero de Arnedo ante los de la A coronada.
Diego regresa al coso de Vista Alegre tras ofrecer una gran dimensión el pasado lunes ante una corrida de Fuente Ymbro mastodónica en sus hechuras, una vez visto lo salido por chiqueros en días sucesivos, y volviendo a calar hondo en los corazones de una afición bilbaína que lo respeta y lo espera como al que más y a la que el riojano jamás ha defraudado ni defraudará mientras siga manteniendo sus formas, su compromiso y su verdad como torero.
BILBAO, TERCERA DE ABONO: EL QUE SÓLO SABE TOREAR
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Ayer en el coso de Vistalegre, en la tercera de abono, con media entrada y frente a unos desiguales aunque imponentes de pitones, astados de Fuente Ymbro, Diego Urdiales volvió a reencarnar las máximas del temple y el mando, haciendo suyos también calificativos como aplomo, valor, colocación, torería y buen gusto.
Ya sabía el público bilbaino a quien iba a ver, cuando desde los inicios de capote con el primer jabonero, lo jaleaba al ver como el arnedano sacaba al imponente torazo a los medios con un clasicismo digno de cualquier figura de principios de siglo pasado. El animal no andaba sobrado de fuerzas, pero cuidado en varas llegó al tercio de muleta mostrando su poder, sus malas ideas y su hosquedad. Lejos de arredrarse, Urdiales planteó una faena de cara o cruz a un morlaco mirón que en ningún momento iba entregado en la embestida. Muletazos de buen trazo por el derecho y a jugarse la vida por un pitón izquierdo que sólo quería hacer carne. Casi lo engancha, pero lejos de abreviar tras la tarascada, el Riojano se puso delante a cuerpo limpio para sacarle una serie. Emoción, verdad, profundidad..., no se puede pedir más a una faena que de ser rubricada con un buen espadazo hubiese tenido una justa petición de oreja.
El cuarto se movió más y Diego lo brindó al público. Buenos muletazos por ambas manos, rematándolos hasta el final que fueron jaleados y acompañados de esa música que Don Matías administra con tanto celo. El toro tampoco era fácil y requería el temple que le dio el torero, que sabedor de que en esa faena podría cortar una oreja, lo exprimió hasta el últimísimo aliento poniéndose entre los pitones y exponiendo con toda la verdad que conlleva ofrecer los muslos a un animal que exigía en cada muletazo. Se puso gazapón al entrar a matar, lo que hizo de casi media y descabello.
Podríamos estar escribiendo ahora mismo sobre un triunfo de una ó dos orejas ayer en Bilbao, si bien como dice el aforismo taurino, los toros tienen huesos y no pudo ser, pero a buen seguro que los aficionados y el público en general presenciaron el "abc" de lo que debe ser torear, de cómo hay que colocarse, dónde hay que hacerlo, cómo se cita con la muleta planchada y cómo se asientan los pies en la arena para templar la embestida de animales que no quieren pasar por el aro como corderos de rebaño.
La próxima, la de Victorino. Allí tendrá que ser.
LO QUE HAN ESCRITO:
Gonzalo Ortigosa (Opinión y toros) LAS CARESTÍAS DE F. YMBRO Y RECUERDOS DE EGIPTO
Patricia Navarro (La Razón) DIEGO URDIALES, UNA FILOSOFÍA DE VIDA.
Carlos Ilián (Marca) EL TOREO PURÍSIMO DE DIEGO URDIALES
Álvaro Suso (El País) TOROS DE PELEA: Urdiales destacó sin premio.
Javier Hernández (Cultoro.com) ENHORABUENA DON RICARDO
Zabala de la Serna (El Mundo) URDIALES DA LA TALLA CON TOROS XXL
http://www.diegourdiales.com/index.php/es/itemlist/user/43-diegourdiales?start=310#sigProGalleriafae8e0ef2f