Diego Urdiales

Diego Urdiales

Esta semana se han presentado los carteles de dos ferias en las que Diego Urdiales ha confirmado su presencia, la primera en hacer oficiales sus carteles ha sido la de la Semana Grande de Bilbao en la que el torero riojano hará el paseíllo en dos ocasiones tras sus sendas puertas grandes de 2015 y 2016 con los toros de Alcurrucén. Este año no se las verá con los astados de los hermanos Lozano ya que en la primera de las tardes volverá a matar, tras un año sin hacerlo en Vista Alegre, la corrida de Victorino junto a Manuel Escribano y Paco Ureña, será el miércoles 23 de agosto, la segunda de sus presencias será el sábado 26 con toros de El Puerto de San Lorenzo en un cartel encabezado por Enrique Ponce y con Roca Rey cerrando el mismo.

También se hacía público este viernes el cartel de la Feria de Alfaro que contará con una única corrida de toros con Juan José Padilla, Diego Urdiales y José Garrido que estoquearán reses de Alcurrucén el 16 de agosto.

Diego Urdiales se reencuentra con el hierro de Victorino Martín en su segunda comparecencia en la Feria de San Isidro de Madrid. El cartel que encabeza el diestro riojano lo completan Alejandro Talavante y Paco ureña.

Un toro colorao de cara muy abierta, montado y largo, recorrió mucha plaza antes de fijarse en Urdiales. Los lances los abandonaba a su bola cuando salvaba el primer tramo de humillación. Sobre ese punto bueno del embroque en su nobleza, cincelaría Diego un soberbio quite a la verónica preñado de sabor, jugados los brazos, conjugados pecho y cintura, hundido el mentón, acompañando el viaje hasta la media acaderada. Como un viejo tañido de campana bramaron los oles. La lidia se espesó con el ejemplar de El Pilar pegajoso hacia los adentros en banderillas y un exceso de capotazos de El Víctor, que no se hacía con la situación. Restarían a lo largo de la faena que Diego Urdiales prologó rodilla en tierra. Protestó el toro tanta obligación. El torero de Arnedo entendió aquella protesta. Y dibujó dos tandas de lentos derechazos que se vaciaban a su altura, pero que en el embroque abajo explotaban con todo su clasicismo. Eso duró el fondo de aquella embestida suavona. Urdiales lo intentó con la izquierda, de uno en uno, porque el toro reponía sin maldad. Un par de naturales destellaron cuando prolongaba más allá de la voluntad del animal entre los azotes del vendaval.

Un tío era el cuarto, el segundo de los tres cinqueños de la escalera de El Pilar. Difícil con esas hechuras de tanque. Un acorazado sin poder y sin motor. Todo fachada de mulo. Y como tal se comportó para desesperación de Diego Urdiales.

Crónica: Vicente Zabala de la Serna. Diario El Mundo

Diego Urdiales hará este sábado 13 de mayo su primer paseíllo, de los dos que tiene contratados, en esta Feria de San Isidro 2017. El cartel lo completan David Mora y José Garrido, que junto al de Arnedo se las verán con toros de El Pilar, ganadería con la que el riojano ya triunfó en marzo en la localidad Navarra de Fitero.

El próximo compromiso en el ruedo venteño será el 6 de junio donde con toros de Victorino Martín compartirá cartel con Alejandro Talavante y Paco Ureña.

No podía marcharse Diego Urdiales de Aguascalientes sin sacar lo que lleva en el alma. Y por fortuna, regaló un sobrero de Montecristo que fue bravo, exigente, y con el que el riojano se dejó la piel en una faena de esas que cautivan, tanto por su forma como por su fondo.

Dicen que antes que torear hay que lidiar, y lo cierto es que Urdiales así lo hizo. Era consciente de que "Castañuelo", de Montecristo, no le iba a regalar ninguna embestida, sino que tenía que poderle, hacerse de él desde el comienzo de la faena y, luego, liarse a torear con sentimiento. Sólo así iba a trascender.

Y cuando se puso la muleta en la zurda, el toreo de Diego brilló con luz propia en series de mucha intensidad, sobre todo porque el toro tendía a volverse sobre las manos si no se le llevaba largo, cosido a los vuelos del engaño. Y así, uno a uno, se desgranaron esos tersos naturales, de planta firme y pecho henchido, ahí donde latía ese corazón torero que se ha fraguado en los avatares del sufrimiento.

En esta feria de alto nivel, donde la raza de los toreros ha tenido relieve, y se ha visto torear muy bien, la faena de Urdiales alcanzó una cuota especial, porque fue ante ese "Castañuelo" que legitimó lo que es el concepto de bravura, de la que nace la emoción y siempre tiene un fondo de agradecida nobleza cuando se le hacen bien las cosas.

Porque ciertamente, Diego no había podido mostrarse en ninguno de los dos toros anteriores. Al que abrió plaza, si acaso le dio algunos ayudados reunidos y tersos; al reservón y huidizo cuarto, nada. Pero luego vendría ese "Castañuelo" con el que Urdiales se sublimó, recio, personal, profundo e inolvidable.

Crónica: Juan Antonio de Labra www.altoromexico.com


Diego Urdiales actúa esta madrugada (una de la mañana, hora española), 6:00PM hora local en el coso de Aguascalientes en la penúltima corrida del que está considerado como el segundo recinto taurino más importante de México. El torero de Arnedo se las verá ante toros de la ganadería de 'Montecristo' y hará el paseíllo con el murciano Paco Ureña y el diestro mexicano Juan Pablo Sánchez. Es la primera corrida del diestro riojano en tierras americanas esta temporada, donde también tiene cerradas otras dos fechas en la feria peruana de Cutervo los días 27 y 29 de junio, festejos en los que actuará con los sevillanos Daniel Luque y Oliva Soto y el vasco Iván Fandiño, con las ganaderías locales de Salamanca y Parra, respectivamente. Diego Urdiales partió en lunes hacia México con el sabor' agridulce de lo acontecido en Madrid, donde perdió una oreja de gran valor por fallar con la espada.

La ganadería de esta noche, de nombre 'Montecristo', tiene su origen en la de San Mateo, vía Mimiahuapan. Es propiedad de Germán Mercado Lamm y 'El Juli' indultó uno de sus toros en La México. Esta divisa se considera como una de las mejores mexicanas por la regularidad del juego de sus toros a lo largo de los años.

Faenón de Urdiales al tercero de la función, un galán de muy seria y abierta cornamenta de José Vázquez; faena torerísima de enorme peso y dimensión; faena de oreja grande e indiscutible de Madrid que quedó en una fortísima ovación por no rematarla con la espada. La verdad es que Urdiales estuvo magistral y a un nivel de poder, valor y técnica que presagian lo mejor para las dos tardes que le quedan en la inminente Feria de San Isidro. Y fue una verdadera pena puesto que Urdiales dio un recital de toreo imponiéndose con su muleta a la enorme dificultad de una embestida incierta, descompuesta y exigente al máximo del muy armado toro de José Vázquez, a la que respondió con una suavidad y una naturalidad inopinada. Con el capote ya sometió al colorado burel por abajo, estrategia que dio continuidad en el inicio de faena bajo la puerta de Madrid para llevárselo a los terrenos del siete, territorio donde comenzó a fraguar su obra meciendo la franela. El toro escarbaba escondiendo su voluptuosa armadura entre las manos y ya en los medios comenzó a obligarle por abajo en tres series muy hondas al natural, donde rugió Madrid, sobre todo en los tres últimos lances de cada fajo de muletazos. En esos instantes surgió el Urdiales más profundo y genuino. En redondo hubo varios de esos derechazos de los que no se olvidan, enroscado con el toro y atornillado con sus zapatillas en el ruedo, con todo el peso muerto del cuerpo en los talones a sabiendas de que allí no había escapatoria. Remató la faena por bajo con esos lances tan del gusto del foro, que fueron aclamados por los aficionados. Se perfiló, la espada le dio con la hoja en la taleguilla tras salir rebotada del morrillo y se llevó al toro a los terrenos del cinco para consumar de nuevo la estocada, tras lucirse de nuevo con la muleta en otra serie de ésas que tanto conmueven en Madrid. Faena de mucho mérito ante uno de esos toros que piden el carnet y miden a cada torero realizando una perfecta radiografía de sus circunstancias.

Edulcorado, el primero de la tarde, de la piara de Salvador Domecq, no le regaló lo más mínimo a Urdiales. Un toro hondo, serio y sin entrega que se terminó parando en la muleta y que solo a base de insistencia y de pisar los terrenos que queman como el basalto se dejó trajinar con los avíos en la mano. Ureña se descaró con él en un ajustado quite por gaoneras al que Diego respondió por bellísimas chicuelinas, ceñidas y rematadas con donosura. El toro hizo en la muleta lo mismo que en el caballo, medir su ímpetu y reservarse. Comenzó el riojano por ayudados por alto, con un toro remolón al que le costaba un mundo perseguir los vuelos. La faena la dibujó en los medios, primero con la derecha y después al natural sorteando coladas y con la tensión perfecta en las muñecas para lograr varios muletazos de superior enjundia, aunque la extrema sosería del toro impidió que la faena tomara la entidad suficiente para lograr el premio de la oreja. No obstante, Urdiales siguió a lo suyo y logró hilvanar hermoso final arrebujándose con el toro por abajo buscando las tablas para cuadrar al toro. El quinto, tercero del lote de Urdiales, ya dejó clarísimas desde su irrupción en el ruedo sus intenciones. Un manso declarado, los dos puyazos los tomó en chiqueros, que iba a ser imposible para el más mínimo lucimiento. En banderillas fue imposible de lidiar y la cuadrilla del riojano pasó un verdadero quinario para facturar el tercio, el toro de Victoriano del Río esperaba, hacía hilo y se resistía a cualquier embroque. La faena fue un intento desesperado y de ahí no pasó, a pesar de que se abrió levemente la luz de la esperanza en una serie en redondo. Pero no hubo más. El toro se rajó y se fue a los terrenos de chiqueros antes de refugiarse en las tablas para que el torero lo despenara con habilidad. Un auténtico regalito.


Crónica de Pablo García-Mancha para Diario La Rioja.

Este martes 2 de mayo Diego Urdiales volverá a realizar el paseíllo en Las Ventas vestido de Goyesco en la que será su cuarta comparecencia en la Feria de La Comunidad, en esta ocasión no será una terna sino un mano a mano con el torero murciano Paco Ureña que junto al de Arnedo se las verán con dos toros de Salvador Domeq, dos de "Toros de Cortes" y otros dos de José Vázquez.

Una tanda y media por el pitón derecho le duró a Diego Urdiales el Fuente Ymbro que abría la Feria de abril 2017 en Sevilla. A la segunda serie viéndose podido el toro demostró sus nulas condiciones para poder realizar el toreo fundamental, añadiendo a tales defectos el de tirar gañafones a diestro y siniestro que, en ocasiones por la habilidad del torero riojano y en otras por la escasa fuerza motriz del animal, no calaron en la taleguilla tabaco y oro de Urdiales.

Su segundo ni eso. Si el anterior al menos le había dejado estirarse en un par de verónicas, en éste se vislumbraron desde el  recibo de capote cuales iban a ser los derroteros de la faena. Lo intentó el de Arnedo, más la sosería y la falta absoluta de emoción en los embroques del de Fuente Ymbro hicieron que el toreo no fluyera. Firmes las zapatillas, asentado el talle y perfecta la colocación, pero lo que surgía no llegaba a los tendidos del "Baratillo".

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